Redacción: Naomi Vargas
Cada año, la prestigiosa revista Forbes publica su lista de las celebridades fallecidas que más ingresos generaron durante los últimos 12 meses.
En su edición 2025, vigésimo quinta desde su creación, llama la atención cómo el legado artístico, literario y musical continúa moviendo millones.
Al frente de este ranking se encuentra Michael Jackson, cuya fortuna póstuma alcanzó 105 millones de dólares en el último año. Los ingresos provienen de regalías, derechos de autor, ventas históricas y grandes acuerdos recientes, incluida la venta parcial de sus catálogos musicales a la industria discográfica.
Por detrás se ubicaron figuras singulares como Dr. Seuss, cuyas obras literarias, amadas por generaciones, generaron 85 millones de dólares en ingresos gracias a ventas de libros, licencias de productos, y nuevas adaptaciones mediáticas.
La nostalgia musical también pesa: integrantes fallecidos de legendarias bandas como Pink Floyd (por ejemplo, Richard Wright y Syd Barrett) generaron ingresos importantes gracias a la venta de derechos de catálogo y reediciones, obteniendo 81 millones de dólares cada uno.
The Notorious B.I.G., símbolo del hip-hop, también figura en la lista con 80 millones, seguido por otros íconos como Miles Davis, Elvis Presley, Bob Marley, Jimmy Buffett y John Lennon. Todos ellos mantienen una presencia activa en el mercado cultural mediante música, licencias, productos con su imagen, adaptaciones y derechos heredados.
¿Por qué siguen facturando tanto?
El fenómeno no es casualidad. Sus ingresos provienen de varias fuentes combinadas:
- Catálogos musicales y derechos de autor: cada reproducción, reedición o uso comercial de sus canciones genera regalías.
- Licencias de imagen: ropa, productos, olvidos, licencias de uso del nombre, biografías, documentales, adaptaciones, etc.
- Ventas y reediciones: discos, vinilos, recopilatorios, libros, ediciones especiales.
- Proyectos póstumos: películas biográficas, espectáculos, conciertos-tributo, festivales y merchandising.
Estos mecanismos permiten que su legado no solo sobreviva en la memoria colectiva, sino también en el mercado.
¿Qué revela esta lista?
- Que la muerte no es sinónimo de olvido si existe un patrimonio cultural valioso.
- Que los derechos de autor, bien gestionados, se convierten en activos de largo plazo.
- Que el legado artístico puede tener valor económico sostenible, sin importar el paso del tiempo.
- Que, para herederos o gestores de legado, cuidar esos derechos resulta tan (o más) rentable que cualquier proyecto en vida.
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