Redacción: Daniela Paredes Rocha
Íñigo Borgio, joven talento mexicano, sorprende al mundo al fichar con el Real Madrid y enfrentar a la selección argentina en un duelo que promete marcar su carrera.
Íñigo Borgio sonrió cuando le preguntaron sobre el interés del Real Madrid. El mexicano, nacido en Querétaro y radicado en España, se prepara para uno de los retos más fundamentales en su carrera: enfrentar a Argentina en los dieciseisavos de la Copa del Mundo Sub-17.
“No sé si será verdad, pero para mí, que me relacionen con el Real Madrid son noticias increíbles. Estoy contento en el Leganés; el equipo es sólido y hemos tenido temporadas increíbles. Me gusta mi equipo”, mencionó el mediocampista de la Selección Mexicana Sub-17.
El pasado 22 de agosto se reportó interés del Real Madrid por Íñigo Borgio. El futbolista mexicano, que juega como extremo derecho y forma parte de las fuerzas básicas del Leganés de España, llamó la atención del club merengue, al igual que su compatriota de 17 años Gilberto Mora.
“Toda mi vida jugué en Querétaro. Mis papás son mexicanos, pero mis abuelos son españoles. Yo estuve en Querétaro desde que nací hasta los 13 años; a esa edad me fui a vivir a Madrid. Ahí pasé un año fuera de fuerzas básicas, juego en una academia y al siguiente año me ficha el Leganés. Esta sería mi tercera temporada con el Leganés”, explicó Íñigo.
Antes de pensar en el Real Madrid, Borgio se decidió a representar a México. Una observación de Andrés Lillini y una conversación con sus padres lo llevaron a integrarse a la Selección Mexicana en la categoría Sub-17.
“Sí me sorprendió que me buscaran, la verdad. Pensé que el foco en el que estaba era España, no sabía que había visores o que la Selección Mexicana me estaba viendo desde allá”, comentó.
Íñigo es aficionado a los Gallos de Querétaro, un cariño que nació en la época en la que Ronaldinho jugó en la Liga MX. También admira a Nico Williams, figura de la Selección Española y jugador que ocupa la misma posición que él.
“Me fijo mucho en Nico Williams; juega en la posición que me gusta y es un jugador que ocupa la misma posición que yo”, asegura Borgio.
Los papás de Borgio son mexicanos, pero sus abuelos son vascos; de ahí el nombre Íñigo. Cuando le preguntaron si le emociona enfrentar a Argentina, un rival que ha sido verdugo de México en varios torneos respondió con serenidad:
“Sabemos lo que es enfrentar a Argentina. Es un rival fundamental, ha hecho un superpapel en este Mundial. Estamos tranquilos, confiamos en nuestro trabajo y el apoyo del grupo”.
“Hemos tenido enfrentamientos en la mayor y en la Sub-20, pero para nosotros es otra historia; la Sub-17 es lo nuestro y vamos a salir con todo para ganar”, finalizó.
Con apenas 17 años, Íñigo Borgio no solo representa el sueño de muchos jóvenes mexicanos que aspiran a brillar en Europa, sino que también se perfila como una grandeza que podría cambiar el rumbo del clásico continental. Mientras Argentina observa.

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