Redacción: Inés Arroyo
Los videojuegos han sido mucho más que una forma de entretenimiento. Desde su creación, han jugado un papel clave en el avance de la inteligencia artificial (IA). En particular, el desarrollo de las unidades de procesamiento gráfico (GPU) ha sido fundamental para mejorar las redes neuronales, un componente crucial de la IA actual.
En 2012, el científico Geoffrey Hinton y su equipo presentaron AlexNet en la competencia ImageNet Large Scale Visual Recognition Challenge, que revolucionó el campo de la visión por computadora. Este modelo de red neuronal fue capaz de reducir significativamente el error de reconocimiento visual, lo que abrió el camino para una mayor popularidad de las redes neuronales convolucionales (CNN), que se utilizan hoy en día en aplicaciones de IA.
El avance de la IA no fue solo por el desarrollo de algoritmos más eficientes. También se debió a la evolución de las GPUs. Estas unidades, creadas inicialmente para procesar gráficos en videojuegos, tienen la capacidad de realizar operaciones matemáticas complejas de manera paralela, lo que las hace ideales para entrenar redes neuronales. Las GPUs permitieron el procesamiento de modelos con cientos de millones de parámetros, algo esencial para la mejora de la IA.
La cantidad masiva de datos generados por plataformas como Facebook, Instagram y YouTube también ha jugado un papel importante. Con la información proveniente de estas redes sociales, los científicos pueden entrenar modelos de IA con una cantidad de datos sin precedentes, lo que mejora su capacidad para realizar tareas complejas y precisas.
La combinación de estos factores —la industria de los videojuegos, las GPUs y la abundancia de datos— permitió el desarrollo de modelos más complejos y poderosos. Desde redes generativas que crean imágenes y sonidos realistas, hasta avances en el procesamiento de lenguaje natural, como los modelos que permiten interactuar con asistentes virtuales como ChatGPT.
En resumen, los videojuegos han sido un motor inesperado para el progreso de la inteligencia artificial. Gracias a la evolución de las GPUs y al enorme volumen de datos disponible, la IA continúa avanzando y promete transformar cada vez más sectores de nuestra vida cotidiana.
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