Redacción: Amairany Ramírez
Con la inauguración del primer Camino Mujeres Libres y Seguras, ubicado en la Calzada de Guadalupe y el perímetro de la Basílica de Guadalupe, la Ciudad de México da un paso hacia un modelo que prioriza la seguridad, la equidad y la calidad del espacio público. El proyecto, encabezado por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, busca transformar la movilidad y percepción de seguridad en una de las zonas más emblemáticas de la capital.
El sendero, iluminado con 1,496 nuevas luminarias, se extiende a lo largo de 4.8 kilómetros y beneficia tanto a los 12 millones de peregrinos que visitan la Basílica durante diciembre como a más de 173 mil habitantes de la alcaldía Gustavo A. Madero. Para Brugada, la idea central es clara: si una niña puede caminar con seguridad por estas calles, todos los ciudadanos también lo estarán.
“Este no es solo un proyecto de iluminación, es una estrategia para recuperar espacios públicos, mejorar la movilidad y transformar la vida cotidiana de las personas,” expresó la mandataria durante el evento de inauguración.
El programa forma parte de un compromiso mayor: construir más de mil kilómetros de Caminos Mujeres Libres y Seguras en toda la ciudad, con próximas intervenciones en arterias como Calzada de Tlalpan y Avenida Insurgentes.El secretario de Obras y Servicios, Raúl Basulto Luviano, detalló los alcances de la intervención. Además de las luminarias, el proyecto incluyó la plantación de 39,474 nochebuenas, la creación de murales artísticos, la pintura de 15,360 metros cuadrados de fachadas y jardineras, y el balizamiento de 19,400 metros lineales.
El proyecto combina seguridad, turismo y movilidad. Por un lado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana implementará un operativo especial, mientras que el “Operativo Basílica” reforzará la vigilancia durante la temporada guadalupana. Por otro lado, la Secretaría de Turismo anunció la creación de un corredor turístico que conectará la Basílica con el Zócalo capitalino.
La ceremonia contó con la participación de autoridades locales y federales, así como del rector de la Basílica de Guadalupe, Monseñor Efraín Hernández Díaz, quien celebró la colaboración entre el gobierno y la comunidad religiosa para garantizar la seguridad de los millones de visitantes. Con esta obra, la Ciudad de México no solo apuesta por la seguridad, sino también por una transformación urbana que fomente el uso y disfrute de los espacios públicos.
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