Redacción: Josué Roldán
La esperada secuela de Joker, titulada Joker: Folie à Deux, ha tenido un desempeño sorprendentemente bajo en la taquilla, según un informe reciente. A pesar del éxito rotundo de la primera entrega en 2019, que recaudó mil millones de dólares, la secuela ha generado solo 51,5 millones de dólares en Estados Unidos y 165 millones a nivel mundial en sus primeras dos semanas. Este resultado ha dejado a Warner Bros. con un fracaso comercial significativo y grandes pérdidas financieras.
El contraste con la primera película es notable. En sus primeros tres días, Joker había acumulado 96,2 millones de dólares en el mercado doméstico y 248,4 millones a nivel global. Este declive ha dejado a Warner Bros. con un fracaso comercial significativo. La recepción crítica también ha sido desfavorable. Joker: Folie à Deux ha obtenido un 33% de calificación en Rotten Tomatoes y una rara calificación “D” en CinemaScore. Estas críticas negativas han llevado a estimaciones de pérdidas significativas, que podrían oscilar entre 150 y 200 millones de dólares, según fuentes internas y ejecutivos de la industria.
El costo de producción de Joker 2 ascendió a 200 millones de dólares, con un gasto adicional de 100 millones en marketing y distribución. Para alcanzar el punto de equilibrio, se necesitarían 450 millones de dólares en ventas de boletos. Sin embargo, las proyecciones actuales sugieren que la película podría finalizar su recorrido en cines con solo 65 millones de dólares en Estados Unidos y entre 210 y 215 millones a nivel mundial. Un portavoz de Warner Bros. ha desestimado estas cifras, calificándolas de erróneas y afirmando que la película sigue en exhibición. Además, mencionó que pronto estará disponible vía streaming, lo que podría mejorar sus ingresos.
El fracaso de Joker: Folie à Deux contrasta con el éxito de su predecesora, que se convirtió en la película clasificada R más taquillera de la historia con 335 millones de dólares en América del Norte y 1.078 millones a nivel mundial. La película original, con un presupuesto de 65 millones de dólares, fue una de las adaptaciones de cómics más rentables. El presupuesto elevado de la secuela se debe en parte a los honorarios del director Todd Phillips y del actor Joaquín Phoenix, quienes recibieron 20 millones de dólares cada uno, y de Lady Gaga, quien se unió al elenco con un salario de 12 millones de dólares.
Analistas del mercado cinematográfico sugieren que el enfoque musical de la secuela pudo haber alienado a los fanáticos de DC, lo que resultó en una diferencia significativa en las ventas entre las dos películas. Mientras que la primera entrega fue un drama oscuro, la secuela se presenta como un musical de fantasía. Este cambio de tono podría haber contribuido a la falta de interés del público.
El panorama actual del cine de superhéroes ha cambiado, y la fatiga del género parece haber afectado a otras producciones de alto presupuesto, como Aquaman and the Lost Kingdom y The Marvels, que también han tenido un desempeño decepcionante en la taquilla. La saturación del mercado y la competencia feroz han hecho que incluso las franquicias más establecidas enfrenten desafíos significativos para atraer a las audiencias.
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