Durante y después de la pandemia de COVID-19, ha quedado en evidencia la alarmante falta de políticas efectivas de atención a la salud mental en México. La crisis que ha afectado al Sector Salud del país ha dejado en descubierto una deficiencia institucional que no solo abarca el ámbito de la salud física, sino que también pone en peligro la salud mental de la población.
Uno de los trastornos más prevalentes y preocupantes en este contexto es la depresión. Identificada por la Organización Mundial de la Salud como una de las principales causas de absentismo laboral, la depresión no solo conlleva impactos económicos sino que también es un factor desencadenante de otros trastornos mentales y de comportamiento, incluidos intentos de suicidio y suicidios consumados.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico emitido por la Secretaría de Salud, los datos son alarmantes: hasta la semana 52 de 2022, se habían registrado 131,454 casos de depresión en México, superando los 103,872 casos acumulados hasta la misma semana de 2021. Esto representa un aumento del 26.55% en comparación con el año anterior.
En lo que va del año 2023, los números siguen siendo preocupantes. Hasta la semana 32, se habían reportado 93,072 casos de depresión, superando los 78,610 casos registrados hasta la misma semana del año anterior. Esto equivale a un incremento del 18.4% en ese período.
Proyectando esta tendencia, se estima que para el cierre del año se podrían alcanzar al menos 155,641 casos de depresión en todo el país, lo que equivale a aproximadamente 426 nuevos casos diarios o 18 casos por hora. De manera destacada, el 73.29% de estos casos corresponde a mujeres, y el 26.71% a hombres.
El impacto de la depresión se evidencia aún más cuando se observa que, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), basados en la Encuesta Nacional de Hogares de 2017, el 30.54% de la población de cinco años en adelante declaró haber experimentado depresión al menos una vez en su vida. Sin embargo, solo un preocupante 4.88% de estas personas recibía tratamiento con antidepresivos, lo que significa que 1.63 millones de los 33.38 millones que informaron haber experimentado depresión habían buscado ayuda médica.
Las cifras por estado también son reveladoras. Hasta la semana 32 de 2023, la Ciudad de México lidera el ranking con 15,015 casos de depresión atendidos, seguida por el Estado de México con 9,011 casos y Jalisco con 6,267. Chihuahua, Veracruz, Guanajuato y Tabasco también registran altos números.
A pesar de su prevalencia, la depresión en México sigue siendo insuficientemente reconocida como un grave problema de salud pública. Es urgente que el Sector Salud tome medidas más efectivas para abordar este problema, y que se garantice la presencia de profesionales capacitados en hospitales, clínicas y otros espacios como las escuelas, para brindar la atención necesaria y mejorar la salud mental de la población.
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