Redactor: Joel Charles
La Ciudad de México, conocida por su ajetreado estilo de vida y su imponente urbanización, guarda un secreto natural que aún perdura en medio de sus calles y edificios. Se trata del último río vivo que aún fluye en la CDMX, un tesoro escondido que despierta la curiosidad de quienes se asombran al descubrirlo.
A medida que la ciudad experimentó un proceso de expansión urbana a finales de los años treinta, muchos ríos que alguna vez atravesaron el paisaje se vieron obligados a ser entubados, desapareciendo así de la vista de los habitantes de la capital. Sin embargo, el río Magdalena logró escapar de este destino y se mantiene como el único caudal que sigue vivo en la Ciudad de México.
Según la Secretaría de Turismo de la CDMX, el río Magdalena nace en el cerro de San Miguel, ubicado en la Sierra de las Cruces, al sur poniente de la ciudad. Con una corriente que se extiende a lo largo de más de 20 kilómetros, el río fluye majestuosamente a través del bosque templado de Los Dinamos, un área natural protegida que resguarda este tesoro natural.
Si deseas experimentar un día de tranquilidad en medio de la naturaleza y contemplar las aguas cristalinas del río Magdalena, puedes visitar el Parque Nacional Los Dinamos. Este espacio natural, rodeado de frondosos árboles, ofrece la oportunidad de practicar senderismo junto al río. Para aquellos interesados en una experiencia guiada y segura, varias agencias de turismo certificadas organizan caminatas y actividades de aventura en distintas zonas del parque. Se recomienda unirse a paseos grupales para evitar extravíos o accidentes en el espeso bosque.
Para llegar al río Magdalena en la CDMX, debes dirigirte al Parque de los Dinamos, ubicado al sur de la ciudad. Desde las estaciones del Metro Miguel Ángel de Quevedo o Copilco de la línea número 3 (color verde), salen camiones aproximadamente cada 40 minutos que avanzan por Avenida San Jerónimo y Avenida Guadalupe. La entrada al parque se encuentra a unos 15 minutos caminando desde la Calle Guadalupe, aunque también puedes optar por taxis que te lleven hasta la entrada del bosque que alberga el último río vivo de la CDMX.
Descubrir el río Magdalena y su entorno natural en el corazón de la Ciudad de México es una experiencia única que nos recuerda la importancia de conservar y proteger estos tesoros naturales que, a pesar del ajetreo de la vida urbana, aún persisten para asombrarnos y enriquecer nuestras vidas.
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