La columna del día José Manuel Rueda Smithers

¿Seguirá la incultura de romper las reglas?

CULTURA IMPAR José Manuel Rueda Smithers

“‘Adán, ven a ayudarme’, recordó Adán Augusto en su carta de renuncia de lo que fue una charla de marzo de 2005, “y que desde entonces, hasta que la vida me lo permita, pretendo seguir cumpliéndola”, compartió el paisano del Sr. López. 

 

El ahora exsecretario de Gobernación entregó un texto digno de telenovela, y solo faltaron violines al solicitar separase del cargo y buscar ser candidato de Morena a la Presidencia del país, aunque la ley aún no lo permita, ellos ya lo decidieron. 

Romper las reglas solo porque así le conviene está muy lejos de ser la actitud que una sociedad que se respete a sí misma debe permitir. 

Desde hace 19 años, cuando el sr. López mandó al diablo a las instituciones (con razón o sin ella), la gente entendió que romper las reglas es la mejor forma de estar por encima de los demás, sin importar a quienes se afecte y por qué. 

Y con el tiempo, este sr se pasa por el arco del triunfo las leyes, las instituciones, las personas, la sociedad, en fin a todo el mundo. Tal vez en sus orígenes el movimiento que encabezó tenía muy buenas intenciones, pues buscaba eliminar a los corruptos que se despachaban con la cuchara grande. 

Fue a partir de 2005 cuando encabezó la organización de un movimiento de resistencia civil pacífica, a través de una convocatoria social que “exhortó a no permitir el menoscabo de la democracia y a hacer prevalecer la pluralidad mediante la deliberación electoral”, diría en aquel entonces, acompañado por uno de sus hijos mientras recorría el zócalo capitalino saludando a miles en ese entonces perredistas.  

Fue concretamente el 24 de abril de 2005 que el sr. López dio un discurso de media hora (qué raro) en el que hizo una exposición que reivindicaba el “noble oficio de la política” y delineó los ejes de un proyecto nacional en el que también convocó a un acuerdo con todos los sectores de la sociedad para construir los cambios que demandaba el país. 

El todavía Jefe de gobierno dijo: “Los últimos acontecimientos están reafirmando lo que sostuvimos desde el principio, que el asunto con que se fueron no es de naturaleza jurídica sino política; inhabilitarme políticamente para que mi nombre no aparezca en las boletas electorales de 2006… y a nuestros adversarios les produce un miedo irracional que podamos llevar a la práctica un proyecto alternativo de nación”. 

Pero como diría alguna vez Lord Ancton político e historiador católico considerado como uno de los ingleses más eruditos de su tiempo, hace poco menos de dos siglos, al explicar la caída de las grandes monarquías autoritarias en la historia del mundo: 

 “El poder corrompe al hombre y el poder absoluto corrompe absolutamente”. 

El portal historiando.org explica algo que pareciera estamos viviendo nuevamente en el mundo entero (la historia se repite), sobre las monarquías autoritarias/absolutas: “se vivió la organización de un movimiento de resistencia civil pacífica a lo largo del país, a través de una convocatoria social que exhortaba a no permitir el menoscabo de la democracia y a hacer prevalecer la pluralidad mediante la deliberación electoral.  Se pensó en la igualdad de la población en contraposición de las grandes desigualdades existentes. También se soñó con la libertad de culto, de libre comercio y en limitar un poco el poder de los gobernantes, ya que los reyes bajaron de calidad en cuanto al prestigio en aquella época”. 

Cualquier parecido con la realidad, es mera ficción, que ahora podemos achacar incluso, a las inteligencias artificiales, que todo inventan y poco sabemos de su veracidad. Son sus datos. 

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