Amor es amor, sin importar su color.
En pleno siglo XXI la discriminación y violencia hacia personas de la comunidad LGBTIQ+ sigue existiendo es por ello que cada 17 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra la Homofobia y Transfobia, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El objetivo de la conmemoración es llamar la atención de líderes políticos, movimientos sociales, público en general y medios de comunicación respecto a la discriminación y violencia que los miembros de la comunidad sufren a nivel internacional.
Es importante recordar que, a lo largo de los años, la lucha constante por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ ha generado que en diversos países se haga válido su derecho al matrimonio y lo más importante se deje de ver a la homosexualidad de manera ilegal.
Sin embargo, aún es insuficiente, pues existen personas que condenan a sus semejantes por su forma de pensar, actuar y amar –fuera de lo que ellos consideran “tradicional”–.
De acuerdo con datos de ILGA, los actos sexuales entre personas del mismo sexo siguen como ilegales en 69 países, y en algunos casos son condenados con pena de muerte, tal es el caso de: Arabia Saudí, Brunei, Irán, Mauritania, Yemen, por mencionar algunos.
Mientras que las personas transgénero son víctimas de castigos en al menos 26 países, además de experimentar altos niveles de violencia en todo el mundo.
La homofobia y transfobia en el hogar
No se debe dejar de lado que la mayor parte de discriminación de la comunidad LGBTIQ+ sufre viene desde el mismo hogar donde mientras que algunos miembros son respetados y aceptados por su familia otros más son echados de casa, despreciados y violentados por su forma de ser o amar.
Inclusive algunos más son llevados al doctor para ser “curados”. Sin olvidar el temor en las calles que estos sufren al mostrar alguna muestra de afecto hacia su pareja ya que pueden acabar en alguna agresión e inclusive ser echados del lugar.
Como todas las demás luchas por hacer un mundo sin discriminación, la lucha contra la homofobia y la transfobia debe ser constante donde no sólo las marcas, organizaciones y
público en general volteen a ver a los miembros de esta comunidad en el mes de orgullo sino día a día y contribuir a la erradicación de la violencia y discriminación que sufren.
Fue en 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista internacional de enfermedades.
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