Educar es lo mismo que poner un motor a una barca…
Hay que medir, pensar, equilibrar… y poner todo en marcha.
Poema Educar, de Gabriel Celaya
La verdad es que los últimos días se usaron para golpear al sistema educativo de México con el pretexto de los resultados dados a conocer por la OCDE respecto del lugar que ocupa nuestro país en cuanto a nivel de los estudiantes.
Tan simple como que ahora de ocupa la posición 51 de 81 países evaluados, lo que significa que se perdieron 14 lugares respecto de 2018. Y en ese entonces tampoco estaba bien el sistema, aunque caminaba por una dirección menos equivocada.
Este programa se aplicó por primera vez en el 2000 con la colaboración de 32 países.
En la columna Removiendo escombros del periodista Carlos Mota Galván, explica que el informe PISA (Programme for International Student Assessment), lo lleva a cabo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), organismo compuesto por 38 estados en el mundo y considerada como la prueba educativa más relevante del planeta.
Menciona que la OCDE dio a conocer que la educación en México sigue retrocediendo, alcanzando su nivel más bajo para alumnos menores de 15 años en las materias de ciencias y matemáticas desde 2006 y decayendo también en lectura en comparación a 2018.
Mota Galván nos ayuda a entender que “en las tres materias valoradas, el mayor descenso de los alumnos mexicanos se presentó en matemáticas donde retrocedieron 14 puntos -alcanzando el nivel 2- solo 3 de cada 10 alumnos, prueba en la cual, por cierto, 69 por ciento (7 de cada 10) de los estudiantes evaluados de otros países la pasan.
Solo 7 de cada mil estudiantes mexicanos en la prueba lograron llegar a niveles destacados de la evaluación (niveles 5 y 6), en tanto que uno de cada tres se situó en los lugares más bajos (niveles 1 y 2)”. Hasta aquí la cita.
Son muchos los sexenios en los que a México le ha ido muy mal en la famosa evaluación internacional. Pero todo este tiempo, ninguna de las autoridades en turno (ni de antes ni de ahora), han atinado a explicar lo que verdaderamente sucede en cuanto a la gran deficiencia de conocimiento que México vive y que –aunque debería- poco se puede hacer en el corto plazo.
Desgraciadamente los gobiernos recurren a la reacción más que a la acción.
Por ejemplo, desde su púlpito mañanero en Palacio, el Sr. López solo atinó a decir que ni siquiera le haría caso por venir de un esquema neoliberal, y que la OCDE solo obedece al Fondo Monetario Internacional. Una defensa sin sustento alguno, solo palabras de ardor.
Por su parte, la Secretaría de Educación Pública a través de redes sociales y de una “tarjeta informativa”, pidió evitar interpretaciones reduccionistas de la prueba educativa aplicada en países de la OCDE. Esto solo indicó ser una respuesta reactiva nada proactiva.
La SEP olvidó que México es uno de esos países de la OCDE. Punto.
De todos modos, una y otra vez, después de cada informe PISA -sin importar de qué gobierno se trate (PAN, PRI o Morena)- reaccionan y solo buscan distraer lo antes posible hacia otros temas. Por años así ha sido.
Y los medios, de igual forma, solo atacamos el concepto y poco proponemos. Pero es cosa de entender que la educación es algo MUY serio, y es con lo que se finca el futuro nacional, y todos debemos participar para bien.
Para bien, o ayudamos a que los niños y jóvenes salgan adelante o el país seguirá deteniéndose.
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