Tengo los mejores recuerdos de mi paso por la Universidad Nacional Autónoma de México; estudié Periodismo y Comunicación Colectiva con maestros destacados como Froylán López Narváez y Armando Rojas Arévalo. Terminé la carrera años después por experiencia porque en aquel tiempo, en los años setenta, el título no era reconocido. Siempre me consideré puma y me sentía orgulloso del tiempo que estudié en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Por eso sentí pena ajena cuando el viernes 20 de enero el rector de la UNAM, Enrique Graue, apareció por fin después de varias semanas, para hablar sobre el supuesto plagio de la tesis de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel. Se vio tibio, falto de decisión; nos quedó la impresión a muchos que si no sale, hubiera dado lo mismo.
Graue reunió a todo el Consejo Universitario que le aplaudió vigorosamente un discurso indeciso y sin resoluciones concretas. El rector insistió que “ni las autoridades ni la normatividad universitaria están facultadas para retirar o anular un título a un egresado” por plagio. Dijo que va a convocar al Comité de Ética para que vuelva analizar las evidencias del caso. Todavía se atrevió a afirmar que su declaración no está marcada por “la timidez, el temor o el encubrimiento”.
No dijo nada. Salió para señalar que se va a analizar el caso, pero no hubo nada concreto. Nos quedamos en lo mismo desde que se conoció este penoso caso de duplicidad de tesis. Eso sí, ya fue cesada la directora de las tesis de Yasmín Esquivel y de Edgar Ulises Báez, en una decisión inexplicable si “todavía se va a investigar”. La catedrática aceptó que circuló entre varios alumnos en su momento la tesis de la ministra; algo inverosímil porque en ese caso Yasmin Esquivel terminó su tesis dos años antes de titularse.
La cuestión es que la intervención de Enrique Graue trajo más dudas que definiciones, aunque ya anunció que la UNAM abrirá un espacio a Yasmín Esquivel para que se defienda.
De acuerdo con su personalidad y su chispa comunicacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador se burló de las declaraciones del rector de la Máxima Casa de Estudios. Indicó que la decisión tomada por Enrique Graue fue un “choro mareador”, que no hubo nada concreto, en lo que coincidimos la mayoría.
El mandatario señaló “quedó todo en el limbo, hubo plagio o no, y si hubo quien fue el que plagió. La maestra (Martha Rodríguez) había dirigido 500 tesis”. Subrayó que tal vez haya otras tesis duplicadas y preguntó ¿Por qué no de una vez resolver todo?
Triste y ridículo papel del rector a nivel nacional e internacional. Aquellos quienes estuvieron en esa reunión del viernes 20 de enero y aplaudieron, todavía les debe estar ardiendo la cara de vergüenza de ver a la máxima autoridad universitaria hacer tremendo papelón en vivo y en directo y días después ser vilipendiado por el presidente de la república.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ
Agregar comentario