Redacción: Daniela Paredes Rocha
Desde el cuadrilátero de Ciudad Juárez, Rasputia Sosa transforma la lucha libre en una plataforma de visibilidad y empoderamiento para la comunidad trans. Con maquillaje y autoridad, esta referí desafía estereotipos y define el derecho ocupando espacios con orgullo y fuerza.
Ciudad Juárez. “Desde hace cuatro años, Mónica Sosa, mejor conocida en el ring como Rasputia Sosa, ha convertido la lucha libre en una plataforma para darle voz y visibilidad a la comunidad trans. A sus 28 años, Sosa combina su pasión por el deporte con un mensaje de empoderamiento y diversidad.
Arriba del ring, Mónica se hace llamar Rasputia Sosa, y por medio de su maquillaje y su orientación, no solo busca demostrar su amor y lucha, el cual viene desde que era pequeña, sino también que busca empoderar a niñas, niños, mujeres y la comunidad LGBT.
Su amor por la lucha libre viene desde la infancia. “La lucha libre ha estado en mi familia desde que tengo memoria: de niño me llevaban cada semana a funciones locales”, recuerda. Aunque hizo una pausa en su carrera, regresó a los 18 años para entrenar como luchador y participó durante una década en funciones antes de convertirse en réferi.
Peleó por encontrar su identidad.
En cuanto a su proceso de identidad, comenzó en 2019, cuando inició a dar espectáculos como travesti en centros nocturnos y fiestas privadas de Ciudad Juárez. Tras la pausa por la pandemia de Covid-19, decidió regresar a la lucha libre y crear el personaje Rasputia, pensando como un referente trans dentro del deporte: maquillaje, pestañas.
“Yo empecé siendo travesti, haciendo show travesti en diferentes centros nocturnos de la ciudad y en fiestas privadas. Cuando empieza la pandemia, se terminan las fiestas, eventos, y yo me puse un stop también ahí en esa parte de mi vida”. Menciono.
“Cuando vuelvo a la lucha libre, creo el personaje, que es Rasputia, el cual lo pensé siendo como una mujer parte de la comunidad trans que fuera referí y fue cuando retomé otra vez el volver al cambio de usar maquillaje, pestañas, tacones y todo eso”, indicó.
Para Rasputia, el combinar la identidad dentro de la comunidad LGBT con la lucha libre representa el poder de dar voz a los integrantes de su comunidad, quienes en algunas ocasiones no se pueden expresar como ellas quisieran.
“Esa parte me gusta mucho, porque la comunidad trans es una comunidad que se pudiera ver como que es débil, entonces el hecho de que yo tenga la autoridad arriba del ring, que me tengan que hacer caso o que mi palabra marque la diferencia y que diga que gane uno u otro, es muy importante para mí, porque le doy el valor a esas mujeres trans que no tienen esa voz y que quisieran tenerla”, agrega.
Durante estos cuatro años, Rasputia ha participado en amplias peleas que le han marcado, incluyendo la función “Lucha como niña”, organizada por el Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) de Ciudad Juárez. Este evento se celebra en el marco del Día de las Niñas, promoviendo un espacio de encuentro y convivencia, además de fomentar el talento femenino en distintos ámbitos. La presencia de Rasputia reforzó la importancia de la inclusión y la representación dentro de la lucha libre.

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ



Agregar comentario