Redacción: Emilio López
La Cuaresma es la antesala de la Semana Santa y una de las épocas en las que las personas acostumbran a no comer carne roja, por respeto a la tradición de esta temporada, sin embargo, la cuaresma representa los 40 días en que Jesús estuvo en el desierto antes de la crucifixión.
Igual esta costumbre es un tiempo litúrgico que invita a la conversión personal y espiritual, ya que los católicos de todo el mundo se preparan para conmemorar los tres pilares fundamentales: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, destacando también la oración y el ayuno como parte de esta tradición.
También se trata de un tiempo de sacrificios, arrepentimiento y reflexión, la cual está diseñada para profundizar nuestra relación con Dios y con los demás, con el fin de buscar vivir de manera más plena nuestra fe. Para los católicos, esta Cuaresma es un tiempo de intensa reflexión personal y espiritual.
Esta costumbre es un tiempo para hacer una pausa en nuestra vida cotidiana y hacer un profundo crecimiento interior, la oportunidad de mirar hacia adentro, reconocer nuestras debilidades y abrir nuestro corazón a Dios. Y a pesar de que la iglesia nos invita a participar en el Sacramento de la Reconciliación, como un acto que nos ayuda a sanar nuestras heridas y fortalecer nuestra vida espiritual.
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