El 1 de octubre, miles de ciudadanos se reunieron en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México para manifestarse en contra de la reforma judicial propuesta por el gobierno, la marcha, que concluyó en el Ángel de la Independencia, fue organizada por diversas organizaciones civiles y colectivos que buscan un diálogo abierto con las autoridades. Los manifestantes llevaban pancartas y coreaban consignas en defensa de la independencia judicial y en contra de lo que consideran una amenaza a los derechos humanos. “No a la reforma judicial”, “Justicia independiente” y “Diálogo ya” fueron algunos de los lemas más repetidos durante la manifestación.
La marcha se desarrolló de manera pacífica, aunque con una fuerte presencia policial para garantizar la seguridad de los participantes y evitar posibles altercados, los organizadores subrayaron la importancia de mantener el carácter pacífico de la protesta para lograr sus objetivos de manera efectiva. Entre los asistentes se encontraban figuras destacadas del ámbito académico y jurídico, quienes expresaron su preocupación por las implicaciones de la reforma. “Esta reforma pone en riesgo la autonomía del Poder Judicial y podría abrir la puerta a abusos de poder”, señaló María López, profesora de derecho constitucional.
Otros participantes, como el abogado Juan Pérez, destacaron la necesidad de un sistema judicial independiente para garantizar la justicia y la equidad en el país; en redes sociales, la protesta se volvió tendencia rápidamente, los hashtags #ReformaJudicial, #ProtestaJudicial y #MarchaCDMX dominaron las conversaciones en X, Facebook e Instagram. Los usuarios compartieron imágenes y videos de la marcha, así como mensajes de apoyo a los manifestantes y críticas a la reforma propuesta. “Es fundamental que el gobierno escuche a la ciudadanía y considere nuestras preocupaciones”, comentó un usuario en X.
La respuesta del gobierno no se hizo esperar, en un comunicado las autoridades reiteraron su disposición al diálogo y aseguraron que la reforma busca fortalecer el sistema judicial y garantizar una justicia más eficiente y accesible para todos los ciudadanos. Sin embargo, los manifestantes insisten en que cualquier cambio debe ser discutido ampliamente y con la participación de todos los sectores involucrados. “No podemos permitir que se tomen decisiones unilaterales que afecten a todo el país”, afirmó la activista Laura Gómez.
Además de la marcha en la Ciudad de México, se llevaron a cabo manifestaciones similares en otras ciudades del país, como Guadalajara y Monterrey, donde miles de personas también salieron a las calles para expresar su descontento con la reforma judicial, estas protestas reflejan un creciente movimiento ciudadano que exige transparencia y participación en las decisiones gubernamentales.
Con esta marcha, los ciudadanos de la Ciudad de México han dejado claro su compromiso con la defensa de la justicia y la democracia, la protesta es un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana en la construcción de un país más justo y equitativo; los organizadores han anunciado que continuarán con sus esfuerzos para abrir un canal de comunicación con el gobierno y asegurar que las voces de todos los mexicanos sean escuchadas en este proceso crucial.
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