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Un vistazo a la historia de la Lotería Nacional como pilar de la caridad y la suerte en México

Desde su fundación en 1770, la Lotería Nacional ha sido un símbolo de esperanza y filantropía en México, convirtiéndose con el paso del tiempo en una de las instituciones más emblemáticas del país. Su historia está profundamente entrelazada con los cambios sociales y políticos de la nación, y su presencia en la vida cotidiana de los mexicanos es innegable. 

Originalmente creada con el propósito de financiar obras públicas y actividades caritativas, la Lotería Nacional capturó la imaginación del pueblo. La idea de comprar un billete no solo con la esperanza de ganar un premio significativo, sino también de contribuir al bienestar social, pronto se convierte en parte integral de la cultura popular mexicana. 

Durante el siglo XIX y principios del XX, la Lotería Nacional complementó un papel crucial como mecanismo para recaudar fondos en tiempos de crisis. Tanto en la Guerra de Independencia como durante la Revolución Mexicana, los sorteos ayudaron a financiar causas bélicas y sociales. Su importancia trascendía lo económico: era vista como una herramienta de cohesión social, uniendo a personas de todas las clases en la búsqueda de mejorar sus vidas. 

La Revolución Mexicana trajo consigo un período de gran inestabilidad económica y social. A diferencia de lo sucedido en Estados Unidos, y de manera similar al caso argentino, en México, la supresión de la Lotería Nacional duró solo cinco años. Para 1920, resultaba indispensable reactivar este sistema para financiar el auxilio público, dado el deterioro de las condiciones de vida durante la guerra. Las diferentes facciones revolucionarias, conscientes de la pobreza, el hambre y la enfermedad que afectaban a la población, implementaron medidas alternativas para paliar a estos hombres. 

 Durante los 40 días de ocupación constitucionalista en la Ciudad de México (febrero y marzo de 1915), Álvaro Obregón promovió la creación de la Junta Revolucionaria de Ayuda a los Pobres, bajo la dirección de Gerardo Murillo (el doctor Atl) y del ingeniero Alberto. J. Pani. Obregón no solo afianzó una alianza con los trabajadores urbanos, sino que también intentó mitigar los problemas de desabasto que afectaban gravemente a los grupos populares urbanos. 

Además de abordar estos problemas sociales, el nuevo régimen, que sucedió a Venustiano Carranza, enfrentó la necesidad de reactivar el comercio interno, recomponer el servicio de la deuda externa y reorganizar el sistema tributario. El panorama económico exigía, entre otras cosas, el control de la emisión de papel moneda, la incautación de los bancos y el proyecto de un banco único, medidas que fueron cruciales para estabilizar el país. 

El siglo XX trajo nuevos retos para la institución, incluida la modernización de sus sorteos y la necesidad de adaptarse a los cambios tecnológicos. En 1985, la Lotería Nacional se fusionó con Pronósticos para la Asistencia Pública, ampliando su oferta de juegos y diversificándose más allá de los sorteos tradicionales. Eventos como la rifa del Gordo de Navidad se consolidaron como los más esperados del año. 

En tiempos recientes, la Lotería Nacional ha estado envuelta en controversias. La famosa rifa del avión presidencial en 2020, que en realidad no sorteó el avión sino premios en efectivo equivalentes a su valor, generó gran revuelo mediático. Este evento despertó dudas sobre la transparencia de la institución y el manejo de sus fondos. A pesar de esto, la Lotería Nacional ha buscado mantenerse relevante, adaptándose a la era digital, marcada por el crecimiento de las apuestas en línea y otros juegos de azar. 

A pesar de estos desafíos, la Lotería Nacional sigue siendo un pilar en la vida de muchos mexicanos. A lo largo de su historia, ha proporcionado apoyo financiero a hospitales, escuelas y diversas causas caritativas. Su lema, “La suerte está en tus manos”, refleja la esperanza persistente de quienes, con un billete en la mano, sueñan con cambiar su vida mientras contribuyen al bienestar de su país. 

La historia de la Lotería Nacional es una mezcla de esperanza, esfuerzo colectivo y la búsqueda constante de un futuro mejor para todos.