Izara García Rodríguez, coordinadora del evento a nivel internacional, habla con MILENIO sobre la edición 2024, a celebrarse en menos de un mes.
Tras casi una década de desarrollo en México, el Hay Festival Querétaro se mantiene firme con su objetivo nuclear: “Acercar la cultura al mayor número de personas posibles”.
Izara García Rodríguez, coordinadora del evento a nivel internacional, explica a MILENIO que su novena edición en el país, a celebrarse del 5 al 8 de septiembre, “ya forma parte del calendario cultural local”.
“Es bonito ver cómo reacciona el público ante los invitados e invitadas, porque el programa se construye durante un año y es importante la retroalimentación. Es lindo cuando haces eventos que logran ese contacto con el público”, señala la gestora del evento nacido en 1987 en Gales.
En 2024, esta celebración del conocimiento, que tiene como directora a la española Cristina Fuentes La Roche, contará con la participación estelar de la ucraniana Oleksandra Matviichuck, abogada y activista de derechos humanos que en 2022 fue acreedora al Nobel de la Paz al presidir la institución ganadora, el Centro para las Libertades Civiles.
Los asistentes a la charla donde la jurista será protagonista, fechada para el sábado 7 de septiembre en el Teatro de la Ciudad, podrán cuestionarla frontalmente. “A veces, en las conversaciones en redes, terminas hablando con gente que opina como tú y no hay tanto espacio para reflexionar sobre las propias opiniones, en estar de acuerdo en estar en desacuerdo. El festival es un espacio seguro para eso, donde la gente siente que puede hablar y opinar”, acentúa Izara.
“No es lo mismo estar hablando a través de TikTok que en persona, ahí hay una conexión y capacidad de empatía donde lo presencial gana; hay actividades que se pasan en streaming, televisión y radio, pero vernos en persona y escuchar a gente que viene de otras realidades abre mucho la mente”, agrega.
En los últimos años, el evento ha tenido un gran progreso en México, basta ver el crecimiento de su oferta. Pero “todavía hay gente que no participa porque siente que no pertenece o porque no dispone de mucho tiempo”, reconoce la coordinadora.
Para resolver esto, el Hay Festival Querétaro 2024 propone nuevas maneras de conectar, por ejemplo: “Transmitimos actividades en señal abierta por el canal del estado y buscamos incluir temáticas para gente que no es tan lectora”.
“También, vamos a tener varias charlas con lengua de señas y una función relajada, pensada para personas neurodivergentes, con la escritora Montse Bizarro. Esto es un piloto que esperamos extender, justo pensando llegar a públicos con los que a veces es más complicado”.
En el programa, resaltan las conversaciones que conmemoran los 30 años del Zapatismo – que tendrán lugar el 6 de septiembre en diversas sedes con Yásnaya Elena Aguilar Gil, Garry Gottfriedson, Nimmi Gowrinathan, Rosaluz Pérez Espinosa, Guiomar Rovira y Josefa Sánchez Contreras -, que para Izara resultan vitales por ser un “movimiento político-social que ha sido importante no solo para la historia de México, sino del mundo”.
Insiste que la lucha que tuvo – ¿o tiene? – al subcomandante Marcos a la cabeza sigue siendo referencia por “su vigencia, por las demandas, que tiene que ver con la desigualdad y la inclusión de personas que pertenecer a los pueblos originarios”.
García Rodríguez señala que la programación que alude a lo musical también ha tenido gran impacto: este año se presentan Lila Downs, Colin Greenwood (Radiohead), Glen Matlock (Sex Pistols), Marcela Roggeri y la Orquesta Sinfónica de Querétaro.
“En el año que trajimos a Patti Smith vimos la presencia de gente que igual no se acerca a eventos literarios, pero sí le interesa la música. A raíz de eso, nos hemos asegurado de tener invitados relevante en la música”, explica.
Creo que sí, lo difícil es medirlo. Muchas veces se esperan resultados de lo cultural, es decir: se puede publicar un libro de que tenemos que ser más empáticos y no va a tener un efecto inmediato, pero contribuye porque nos permite conocer realidades distintas a la nuestra y eso abre la mente. Además, la propia convivencia a través de la cultura nos hace más tolerantes porque disfrutamos de estar con otros y con otras, y eso nos permite entender más a los demás.
— El poder transformador de la cultura…
La labor de los actores culturales en México a lo largo de estos años es muy importante y se puede demostrar, además está vinculada al educación, que es el camino para el cambio. No es un cambio inmediato o medible con cifras de manera tan fácil, pero cualitativamente es muy positivo porque ofrece un espacio donde la gente se siente segura para hablar e informar. Ciudadanos bien informados son más libres. Por supuesto que creo (en el poder transformador de la cultura).
Para ejemplificar el impacto del Hay Festival Quérataro en México, Izara cuenta que uno joven ganó un premio de crónica a nivel local con un texto sobre su “accidentado” encuentro con Patti Smith en una edición pasada del evento. “Eso es el festival: experiencias de conexión, de celebración e intercambio”.
FUENTE: MILENIO
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ
Agregar comentario