Redacción Marlone Serrano
Este fin de semana, las expectativas de miles de fanáticos de la emblemática banda punk-pop Blink-182 se vieron frustradas tras la cancelación de tres de sus conciertos programados en la Ciudad de México. La agrupación, que regresaba a los escenarios mexicanos tras dos décadas de ausencia, solo pudo realizar una presentación el pasado 2 de abril en el Palacio de los Deportes, antes de que problemas de salud obligaran a posponer el resto de sus actos.
La noticia de la cancelación cayó como un balde de agua fría sobre los seguidores de Blink-182, muchos de los cuales habían esperado con ansias este reencuentro. La razón detrás de esta decisión repentina fue una bronquitis diagnosticada al bajista Mark Hoppus, lo cual impidió que la banda continuara con sus compromisos del 3, 5 y 6 de abril.
Ante el descontento y la frustración expresada por los fans, Tom DeLonge, vocalista de la banda, tomó las redes sociales para emitir una disculpa formal: “México, lamentamos mucho haber cancelado los shows. Necesitábamos volver a casa y recuperarnos. Estamos trabajando en nuevas fechas y estamos desconsolados por no poder estar allí”, compartió DeLonge en un mensaje cargado de pesar y promesas de un pronto retorno.
Las cancelaciones han revivido antiguos reproches, pues no es la primera vez que Blink-182 debe posponer sus actuaciones en México. Originalmente programados para marzo de 2023, los conciertos fueron aplazados un año debido a una lesión de Travis Barker, el baterista de la banda. A pesar de la promesa de DeLonge de que “volveremos a verlos muy pronto. Lo prometemos”, algunos fans expresaron su descontento, mientras que otros se mostraron comprensivos y ansiosos por la prometida vuelta de la banda.
Blink-182, conocidos por éxitos como “I Miss You”, “Always” y “Feeling This”, han dejado una marca indeleble en el panorama musical y en los corazones de sus seguidores. A pesar de los contratiempos, la promesa de su regreso mantiene viva la esperanza de sus fans, que anhelan revivir la nostalgia y energía que la banda trae consigo. La última vez que Blink-182 tocó en la capital fue en 2004, haciendo de su reciente concierto un momento histórico, aunque brevemente empañado por estos imprevistos.
La situación actual deja a muchos en espera de las nuevas fechas, con la esperanza de que la próxima vez que Blink-182 pise suelo mexicano, sea para quedarse y completar su prometida serie de conciertos sin más obstáculos.
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