En una noche repleta de emoción y patriotismo, el jefe de gobierno, Martí Batres, encabezó el impresionante encendido del alumbrado decorativo con motivo de las fiestas patrias en el emblemático Zócalo capitalino. Centenares de personas, ansiosas por presenciar este espectáculo, se reunieron en el corazón de la Ciudad de México para dar inicio a las celebraciones que conmemoran la independencia de México.
El ambiente festivo se apoderó del lugar mientras la multitud aguardaba con entusiasmo el encendido de la decoración patria. Gritos de “¡que lo prenda, que lo prenda!” resonaban en el aire, creando una atmósfera cargada de anticipación y unidad.
Con una cuenta regresiva emocionante de 10 segundos, el mandatario capitalino y sus hijos accionaron el botón que desencadenó una deslumbrante exhibición de mosaicos luminosos. Estos mosaicos, que rinden homenaje tanto a los antiguos templos prehispánicos como a los héroes de la independencia, fueron cuidadosamente dispuestos en las fachadas de los edificios más icónicos de la ciudad, como el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el edificio de Gobierno y el centro joyero.
Jesús Esteva, el secretario de Obras, reveló que la impresionante instalación también se extendió a otros puntos emblemáticos de la ciudad, como el Ángel de la Independencia y el cruce de las avenidas Paseo de la Reforma e Insurgentes. Entre los destacados mosaicos se pueden apreciar representaciones del Templo de Tezcatlipoca, La Casa de las Águilas, el Templo de Quetzalcóatl, el Templo Mayor y el Templo del Sol.
La memoria de figuras cruciales en la historia de México, como Josefa Ortíz de Dominguez, Leona Vicario, Miguel Hidalgo y José Maria Morelos, se vio honrada mediante la inclusión de sus imágenes en estos deslumbrantes mosaicos. En medio de los edificios gubernamentales se alzó un Calendario Azteca majestuoso, que sirve como recordatorio de las raíces culturales profundas de la nación.
Este proyecto monumental requirió un esfuerzo titánico, con la utilización de 22 mil focos LED, 22 kilómetros de manguera luminosa, 23 kilómetros de escarcha, cinco toneladas de varilla, tres toneladas de alambrón y 10 kilómetros de cables de alimentación. Lo más destacado es que el 90% de este material es reutilizado, subrayando el compromiso con la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.
A pesar de una ligera lluvia que comenzó a caer en el primer cuadro de la Ciudad tras el encendido, los asistentes no se dejaron desanimar. Armados con cámaras y teléfonos, los espectadores inmortalizaron este asombroso alumbrado, que permanecerá iluminando el Zócalo durante todo el mes de septiembre para el disfrute de todos.
Sin lugar a dudas, este espectacular evento marcó el inicio de las festividades patrias, un recordatorio de la rica historia y la vibrante cultura que define a México y su gente.
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