Hace unos días en la conferencia diaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que no hay una sola persona en México que haya recorrido todos los municipios del país como él, lo cual muy probablemente se acerca a la realidad, por supuesto sin dejar de mencionar que, para recorrer todo el país, se necesita mucho dinero.
El recorrido que hizo por todo el país antes de llegar a la presidencia de México fue intenso, público y abierto. Inclusive, en muchas ocasiones, en algunos viajes con motivo de mis actividades profesionales, lo llegué a encontrar, en tanto yo visitaba alguna ciudad en específico para atender algún asunto profesional, él estaba de paso por algún municipio, porque estaba recorriendo paso a paso una buena zona de la Entidad que se tratara.
Ya como presidente de la República, sus giras por el país no han tenido la misma intensidad, han disminuido considerablemente, digamos que fueron sustituidas por la intensidad de sus conferencias matutinas, sin embargo, sí ha mantenido la estrategia de recorrer el país por conducto de brazos y piernas de miles de mujeres y hombres que desde algún tiempo a la fecha visitan paso a paso comunidades, municipios, pueblos, ciudades, en fin, todo tipo de poblaciones. En distintos momentos, me ha tocado presenciar, que una ola de chalecos guindas con una gorra y una libreta, están visitando a las personas, buscando hablar con la gente.
Más allá de lo que representa el gasto para recorrer el país y de que ese gasto se realiza al amparo de programas sociales o del partido en el poder, quien tiene los recursos para hacerlo y lo está haciendo sin duda, es Morena, algo que resulta evidente, es que no lo está haciendo “la oposición”, lo que sea que represente ese término en estos tiempos.
Líderes de distintos partidos políticos que no son el mayoritario, políticos, empresarios, ex funcionarios, aspirantes y suspirantes, han intentado realizar alguna suerte de visita a distintos lugares para reunirse en diferentes foros con campesinos, trabajadores, grupos vulnerables, empresarios, empleados, industriales, estudiantes, inversionistas, en suma, una gran cantidad de personas, para intercambiar ideas, escuchar problemas y plantear soluciones, que en teoría solucionarían de una vez y para siempre algunas de las diferencias que se viven en México, en fin, hay un esfuerzo realizado hasta el momento, que en mi opinión, resulta insuficiente para sus fines.
Por un lado, ese despliegue con tintes sociales ha sido muy disperso, eso sin dejar de mencionar que, un efecto pulverizador de cualquier iniciativa desde “la oposición”, es la multiplicación de perfiles que han surgido interesados en llegar a la presidencia de México, entre ex funcionarios de distintas administraciones, líderes empresariales, políticos y algunos ciudadanos por ahí, que aseguran tener el interés y las capacidades para gobernar este país.
Hay también publicaciones en redes sociales y algunos medios de comunicación, dividido en por lo menos seis partes, una que ataca cualquier decisión presidencial, porque en muchas ocasiones los datos proporcionados cada mañana, no se encuentran alineados a los datos oficiales que el propio gobierno de México a través de distintas instancias publica en sus páginas oficiales.
El segundo grupo es el de las mujeres, que han elevado su nivel de reclamo ante la injustificada respuesta desde el poder, se ha violentado a las mujeres, se les ha revictimizado y en algunos casos inclusive desde la tribuna presidencial.
El tercer segmento, son aquellas personas que han tomado distancia del gobierno, que no comparten aspectos como el apoyo a las dictaduras, el desabasto de medicamentos en el país, el deficiente sistema de salud que tenemos en México, el grave problema de inseguridad, la violencia e impunidad en que vivimos, entre otros muchos ejemplos, pero que al expresarlo y denunciarlo, en automático son catalogados como adversarios, militen o no en algún partido político y que hasta el momento, han sido descalificados y estigmatizados desde el poder.
Hay un cuarto grupo, quizá más especializado, que ha hecho análisis del comportamiento de la corrupción en México a partir de 2019 a la fecha y ha generado valiosos análisis al respecto, el grupo es refinado intelectualmente, pequeño y no tiene capacidad de movilización social.
En el quinto grupo, con especial preponderancia, está el periodismo, mismo que ha sido atacado de manera sistemática, generando dos bandos, “los buenos y los malos”. Por supuesto, los crímenes cometidos contra periodistas son inadmisibles, cuanto más porque la escalada no se detiene, quizá porque en muchos casos prevalece la impunidad.
A partir de la anunciada reforma electoral constitucional de triste memoria, surgió un último grupo, que es el de la defensa del INE, donde coinciden muchas y muchos de distintos grupos y que identifican un riesgo inminente primero en una malograda reforma constitucional, luego por el intento de reforma legal, que hasta el momento se encuentra suspendida en su aplicación, luego por la designación de Consejeros, Consejera y Consejera Presidenta del INE, donde queda un vacío a cargo de los partidos políticos, al darle un voto de confianza a Morena para la integración del Comité Técnico de Evaluación. Falta ver, si, aunque se lea extraño, avanza la regresión planteada en una iniciativa de reforma Constitucional que incide fundamentalmente en las atribuciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sólo es cuestión de revisar las órdenes del día de las sesiones de la Sala Superior y de las Regionales para ver el tamaño del problema que la mayoría de los partidos políticos pretenden modificar.
Todos los grupos, se han caracterizado por ser contestatarios de los dichos del presidente, lo que ha generado estridencia de los dos lados y especial mención tienen quienes apoyan al presidente diga lo que diga, haga lo que haga, ahí están legisladores, políticos que fueron del PRI, alguno que otro que aún lo son, por supuesto como box de sombra, aquellos periodistas que buscan que su noticia sea qué, cuándo, dónde, con quién y a quién se lo dijo, algo así como el eco del presidente… ¡lo que diga, está bien dicho señor presidente!
En todos los grupos, se han hecho esfuerzos por generar propuestas con distinguidos especialistas en distintos rubros, que han puesto énfasis especial en analizar por qué a partir de finales del 2018, seguimos en condiciones menos favorables respecto de gobiernos que en su momento la oposición en voz del actual presidente atacaba con vehemencia siendo líder social, por la falta de resultados, por la incapacidad para atender problemas en beneficio de los pobres, por la corrupción imperante a la fecha en nuestro país, por el incremento en las cifras de pobreza y por tantos y tantos motivos que afectan a la población de manera cotidiana.
El recorrido del país es el que se pretende hacer en las campañas electorales, pero resulta insuficiente. Ese es el escenario, al inicio de las campañas políticas en Estado de México y Coahuila y el inminente arranque del proceso electoral federal en el mes de septiembre de este año.
La llamada oposición, está desarticulada, disminuida, desacreditada, golpeada por su pasado y por la historia, pero no menos que el gobierno actual, que, en poco tiempo, ha acreditado pocos resultados favorables para los más desprotegidos, como el escándalo de SEGALMEX, que paradójicamente es la institución creada en 2019 que tuvo como finalidad fomentar el desarrollo económico y social del país.
El recorrido del país no lo han hecho los partidos de oposición como lo hizo en su momento el presidente de la República y como lo ha continuado el partido en el poder, quienes pretenden contender por la presidencia de México desde el poder, es un grupo compacto de servidores públicos, una mujer y dos hombres, con un tercer interesado, que la fuerza del Estado ha dejado de lado, porque se ha centrado en 3 personajes cargando su pasado y su presente y a meses de iniciar el proceso electoral, ahí están, unidos en la política del presidente de México.
Por su parte, en la oposición, hay senadoras, senadores, diputadas y diputados, gobernadores, exgobernadores, empresarios, ex funcionarios, que dicho sea de paso, algunas y algunos están aprendiendo las redes sociales y se enfrentan además al presidente y a su propio pasado.
El recorrido del país también tiene que ver con 9 gubernaturas que estarán en competencia en 2024, juzgue usted, Ciudad de México, Chiapas, Puebla, Tabasco y Veracruz, entidades gobernadas actualmente por Morena o sus aliados. Morelos, gobernada por Encuentro Social, en su momento aliado de Morena. Guanajuato y Yucatán, gobernados por Acción Nacional y Jalisco, gobernado por Movimiento Ciudadano.
Al proceso electoral que viene, hay que sumarle la cantidad de Congresos Locales y presidencias municipales que a la fecha tiene el Movimiento que encabeza el presidente de la República a lo largo y ancho del país.
El recorrido del país es parte de una lucha social que tiene años de kilometraje y que, también hay que decirlo, se ha desgastado en el ejercicio del poder y que la oposición, no sabe cómo hacerle para sacudirse el pasado y comenzar de nuevo.
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