En un estudio de trastorno de personalidad se dice que, la violencia masculina casi siempre es ejercida contra las mujeres, es individualista y privada, muchas veces es gratuita, sin móviles instrumentales, La violencia cometida por adolescentes entre 12 y 18 años, principalmente ligada a la epidemia de la droga, y el reclutamiento de niños por bandas armadas que controlan el narcotráfico. (Jara, 2013).
De acuerdo con expertos en conducta, la violencia femenina es anónima y menos exhibida, el resentimiento es una de las causas de violencia a nivel global. La violencia personal nace, cuando se visita por primera vez un entorno social e inesperadamente sucede un impacto no agradable. La persona no está preparada para lo que acontece y reacciona conforme a un mecanismo de defensa natural. Accede a un cuestionamiento dónde toda su carga genética y de formación busca una salida inmediata para tratar de entender a que se enfrenta. Quienes logran saber cómo recibir la información tratan de evitar futuros acontecimientos, mientras que otros generan trauma hasta llegar a un estrés postraumático, y con el tiempo alcanzan un trastorno límite de la personalidad. Cualquier persona puede tener un trastorno por estrés postraumático a cualquier edad. Según Instituto de salud mental (NIH), esto incluye veteranos de guerra, así como personas que han experimentado o presenciado una agresión física o sexual, maltratos, un accidente, una catástrofe, un ataque terrorista u otros hechos graves. Las personas con este trastorno pueden sentirse estresadas o asustadas, incluso cuando ya no corren peligro. El estrés postraumático puede ir de lo pasivo a lo agresivo. Suele estar como estimulador en el trastorno límite de la personalidad o cualquier otro trastorno de personalidad, dependerá de los factores de riesgo psicosociales que se hallan vivido.
Un trauma con giro agresivo y límite de la personalidad, lo podemos ver en la marcha de las mujeres a nivel global contra la violencia, algunas veces se han enfrentado a una gran desilusión, suelen unirse mujeres violentas o pagadas por fines políticos para hacer disturbios. Se podría pensar que, siendo cientos de mujeres podrían parar a las generadoras de violencia. Pero no es así. Si, por primera vez se experimenta este escenario violento, psicológicamente se vincula una conmoción de no creer lo que está pasando. Toda persona sea hombre o mujer reacciona de manera diferente a la violencia. Los espectadores de difusión mediática suelen reprobar estos acontecimientos, se preguntan “cómo es posible que suceda”
Un instinto natural establece la capacidad en cada persona para recibir la violencia. Las mujeres violentas que generan disturbios son personas que conformaron a lo largo del tiempo, un gran resentimiento personal y social, están dispuestas a ir en contra de su propio género, si se intenta parar su ira. De acuerdo con Instituto de salud mental (NIH) el trastorno límite de la personalidad es una enfermedad mental que afecta gravemente la capacidad de una persona para controlar sus emociones. Las mujeres que generan disturbios en las marchas, su estilo psicológico es un campo minado, si una persona, objeto o cosa detona sentimientos que le lastimen inmediatamente salen de control, no hay empatía, saciar la explosión emocional es lo más importante, y para no generar culpa, justifican su comportamiento con una lista de trivialidades sin fundamentos. Algunas de ellas consumen drogas lo que las lleva a otras patologías mentales. Mientras que las mujeres que hacen los movimientos en contra de la violencia eligen estimuladores positivos para darle de manera pacífica entendimiento a lo que sienten.
En el Bullying, las personas no acceden a encontrar una solución a lo que les pasa, y sin con el tiempo no es atendido o trascendido se puede habilitar el trastorno límite de la personalidad, y la víctima pasa a ser victimario.
Psicólogos aseguran que los núcleos comunitarios sin que se den cuenta conviven con trastornos límites de la personalidad frecuentemente. Quién no ha sabido de la vecina, amiga compañera de trabajo que la pareja le pegan. O del compañero de trabajo que abusan. Que tal las parejas que en anonimato no controlan sus emociones y se golpean, manifestando ante su familia ser una gran pareja. En el poder se pueden ver desde presidentes, senadores o diputados que ejercen violencia. Personas en las calles que, pegan por pegar, agreden sin razón.
La violencia en todos sus géneros es un episodio que, si no es atendido a tiempo, puede engañar a quien lo ejerce o a quién lo recibe como un estilo de vida sin importancia. Busca ayuda, si tú quieres puedes hacer el cambio.
Norma Luna
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