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Trasciende que la UIF tiene bajo investigación a Amilcar Jhoavany, director de la firma sinaloense como presunto operador
La subsidiaria de transportes Granissa vinculada al tráfico de migrantes
Redactor: Daniel Lee
Después de los recientas tragedias que han venido ocurriendo con inmigrantes en todo el territorio mexicano, como el incendio de una estación migratoria en Ciudad Juárez y el secuestro de inmigrantes en SLP, vino una instrucción precisa al interior de las oficinas de seguridad del gobierno federal, acelerar las investigaciones para identificar las rutas, que se han multiplicado, para el paso de los inmigrantes.
Los primeros resultados han arrojado interesantes datos, al cruzar informes con autoridades estadounidenses se han identificado que la trata de personas se ha convertido en una de las fuentes de financiamiento más importantes para los grupos delictivos. Esto implica que se ha incrementado también el reporte sobre la actuación de instituciones financieras y transportistas que presentan actividades sospechosas.
Las centrales camioneras en este punto se han convertido ya en foco de especial interés, fuera de las terminales operan empresas transportistas que ofrecen incluso viajes directos que hacen base en distintos estados, Oaxaca, Puebla, la CDMX y con cobros especiales, según algunos cálculos un autobús de los conocidos como turísticos puede generar ingresos de hasta 100,000 pesos por esta ilícita actividad.
Está ya perfectamente confirmado por las autoridades mexicanas, que la migración ilegal ha generado ganancias millonarias a empresas transportistas, que trafican con personas. Y en este punto aparecen empresas de Sinaloa, que han hecho del tráfico de personas un negocio muy lucrativo.
En los expedientes, que no se han hecho públicos aún, destacan algunas compañías de transportistas pertenecientes al consorcio Granos Nacionales Internacionales de Sinaloa (Graniss) perteneciente a la familia Angulo, de Mazatlán, Sinaloa.
Las primeras consecuencias de estos trabajos de investigación ya se están iniciando, se sabe que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) pidió a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores congelar varias cuentas registradas a nombre de Amílcar Jhovany Angulo Llanes, en varias instituciones financieras de banca múltiple, como medida preventiva en tanto concluyen las pesquisas.
La situación del señalado Amilcar Jhoavany, quien funge o fungía como director de la firma sinaloense Granissa, de acuerdo con los expedientes de la UIF es bastante seria, pues se configura como presunto operador intensivo de recursos de procedencia ilícita dentro del sistema financiero, dado que una subsidiaria de transportes de Granissa ha sido vinculada para usar sus equipos para el traslado de inmigrantes ilegales a la frontera norte.
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