Redactor: Sam Torne
Este mes, grupos provida se reunieron en el exterior del Congreso de la Ciudad de México para manifestarse en contra de la iniciativa presentada por la diputada local Yuriri Ayala Zúñiga, de Morena, la cual busca despenalizar completamente el aborto. Esta propuesta legislativa pretende que ninguna mujer sea procesada penalmente por interrumpir su embarazo incluso después de las 12 semanas de gestación, una medida que algunos sectores consideran una defensa de los derechos reproductivos de las mujeres.
Sin embargo, los manifestantes provida defienden el derecho a la vida desde la concepción, y con gritos de «vida sí» y pancartas en apoyo a esta causa, criticaron la iniciativa, señalando que «no se puede permitir que se arrebate la vida de los bebés antes de nacer». Los integrantes del Frente Nacional por la Familia, una de las principales organizaciones provida en el país, expresaron su rechazo a la reforma, argumentando que esta medida aumenta los riesgos para las mujeres que buscan un aborto avanzado y que, al despenalizarse, se normaliza una práctica que consideran atenta contra la vida y la integridad de ambos involucrados.
Líderes religiosos y argumentos provida
Durante la manifestación, también se contó con el apoyo de líderes religiosos, quienes señalaron que el aborto va en contra de sus creencias y que «defender la vida es un principio innegociable». Para ellos, la nueva iniciativa abriría la puerta a procedimientos de aborto más avanzados, lo que implica, según ellos, un mayor sufrimiento y riesgos físicos tanto para la madre como para el feto. Los organizadores de la protesta argumentaron que el desarrollo del sistema nervioso en los fetos de nueve meses significa que estos pueden sentir dolor, lo que enfatiza, desde su perspectiva, la necesidad de proteger su vida antes de su nacimiento.
La contraparte y el debate en el Congreso
Por su parte, la diputada Ayala Zúñiga, quien impulsó la iniciativa, expuso en el Congreso que el objetivo de la propuesta es proteger a las mujeres que, por diversas circunstancias, deciden interrumpir sus embarazos, y reducir la criminalización de aquellas que han enfrentado embarazos no deseados, han sufrido violencia sexual o enfrentan embarazos de alto riesgo, de acuerdo con defensores de los derechos reproductivos, este enfoque es clave para garantizar el bienestar y la salud integral de las mujeres, ya que la penalización del aborto ha llevado a que muchas recurran a procedimientos clandestinos y en condiciones peligrosas.
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