Redacción: MaJo Gutiérrez
Tron: Ares, la esperada tercera entrega de la saga de Disney, llega a cines con Jared Leto como el humanoide.
Tras más de una década de espera, la icónica saga Tron regresa a la gran pantalla con su tercera entrega, Tron: Ares, la cual ya está disponible en cines de la Ciudad de México. Este filme, dirigido por el noruego Joaquim Ronning (favorito de Disney para continuaciones), se asume como un emblema retro que rinde homenaje a los viejos seguidores al tiempo que se actualiza para las nuevas generaciones. Surgida hace 43 años, esta franquicia de Disney ha acompañado la evolución digital, y en esta ocasión se sumerge en el debate más urgente de la actualidad: la Inteligencia Artificial (IA), con una narrativa que busca ser más convincente que sus antecesoras.
Jared Leto asume el papel principal así como la producción de esta secuela, interpretando a Ares, un programa informático con forma de robot antropomórfico. El conflicto central se desata entre el joven techie megalómano Julian Dillinger (Evan Peters), que busca llevar las creaciones informáticas de La Red al mundo real con propósitos de seguridad militar, y la corporación rival, está misión es encontrar el “Código de Permanencia” forjado por el inventor Kevin Flynn, una llave que permitirá a humanoides como Ares vivir más allá de los 29 minutos y convertirse, esencialmente, en seres vivos.
Si bien las entregas anteriores destacaron por sus efectos visuales de circuitos luminosos y persecuciones frenéticas, a menudo se les criticó por su inestabilidad narrativa. Así que esta película busca superar este desafío con una trama que se desarrolla mayormente en la realidad, exhibiendo una fascinante faz analógica y referencias a la estética 8-bit y los arcades. La música sigue siendo un punto fuerte, con una estimulante banda sonora grabada por Nine Inch Nails, enfoque que se alinea con la reflexión del productor ejecutivo y creador de la saga, Steven Lisberger, quien cuestiona si el esfuerzo por crear la IA es un espejo que revelará más sobre las limitaciones humanas que sobre la tecnología.
La película no solo ofrece acción, sino que se asoma al vértigo del siglo XXI con una pregunta filosófica crucial: “¿Queremos tener una versión de nosotros mismos y de cómo pensamos que no posea límites?”. La confrontación en pantalla entre la implacable máquina Ares y la búsqueda de la humanidad de Eve Kim promete ser un motor de persecuciones y batallas frenéticas, ofreciendo una conclusión de 119 minutos que reta al espectador a considerar: ¿Seremos los padres de la IA, o comenzará la IA a tratarnos como niños?. Una incógnita que podrás resolver si vas a ver esta cinta.
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